es el sitio perfecto para practicar senderismo y tomar contacto de primera mano con la exuberante naturaleza peruana.
Selva, cataratas, montañas, ríos y mar, Perú tiene una diversidad de climas y paisajes que lo hacen único en América Latina y especial para una actividad aeróbica como es el trekking, beneficiosa no sólo para el cuerpo sino también para la mente. Los músculos trabajarán a toda máquina si se practica senderismo en Perú. Y los argentinos tienen mucho para elegir.
Pero si hay una atracción emblemática de Perú que atrae todos los años a viajeros no sólo argentinos es la de los Caminos del Inca -o qhapaq ñan- desde el Cuzco para acceder a la selvática sierra peruana y a Machu Picchu. A lo largo del camino hay varias ruinas de distintas fortificaciones. El recorrido se inicia en la localidad de Cori-huayra-china (del quechua: Quri Wayrachina ‘venteadero de oro’), a la altura del kilómetro 88 de la vía férrea Cusco-Quillabamba, y se tarda entre tres y cuatro días de caminata en llegar a Machu Picchu.
Trekking a Machu Picchu
En la travesía se deben superar dos pasos a gran altura (el mayor de ellos, Huarmihuañusca, a 4200 metros de altitud, también conocido como “Paso de la Mujer Muerta”) y termina con el ingreso a Machu Picchu a través del Inti Puncu o ‘puerta del Sol’. Pero también está la ciudadela de piedra Choquequirao. Ubicada entre la colisión de dos mundos tan distintos, como son los Andes y la Amazonía peruana, está completamente rodeada de vegetación, lo que la hace un lugar de no tan sencillo acceso.
Imponente por su ubicación, esta urbe es un lugar misterioso tanto para los arqueólogos e investigadores como para los curiosos que deciden hacer turismo en su territorio. Es un punto predilecto para los amantes de la aventura, por el desafío que representa llegar a ella: toda ruta que se toma hacia Choquequirao se hace a pie, en excursiones que toman de 2 a 3 días. Se recomienda estar preparado físicamente porque son largas caminatas. También mentalmente, porque tanto el clima como la altitud hacen que esta ruta sea un poco más complicada.
Una de las alternativas no tan comunes para llegar a Machu Picchu es tomar la Vuelta del Salkantay, que implica cinco días atravesando diferentes climas y caminos entre rocas, vegetación e, incluso, nieve. El itinerario se inicia en el nevado Salkantay (6271 m.s. n. m.) que se encuentra ubicado en la Cordillera de Vilcanota. Si se recorre por primera vez, es necesario un guía. Los lugares que incluyen el recorrido son: Mollepata, Soraypampa, ‘Abra Salkantay’, Chaullay, Santa Teresa, Aguas Calientes y Machu Picchu.
Trekking de selva
La selva también tiene mucho para ofrecer a los turistas aventureros que pueden encontrar en Loreto, un paraíso de flora y fauna autóctona. Ubicada en el oriente de la Amazonía peruana, en el trekking por Loreto se puede interactuar con algunas comunidades nativas en su más puro estado. Otro destino selvático ideal para caminar es Madre de Dios, ubicado en el sureste de la Amazonia. La tercera región más grande del Perú, guarda en su territorio al Parque Nacional del Manu, reconocido como zona núcleo de la Reserva de Biosfera por la Unesco (1977) y declarado Patrimonio Natural de la Humanidad (1987).
Otro punto ideal es la cordillera Huayhuash, ubicada en el corazón de los Andes peruanos, entre los confines de las regiones de Áncash, Huánuco y Lima. Posee atractivos naturales únicos en el mundo: incontables picos nevados, lagunas que parecen espejos del cielo y una gran biodiversidad, que la cataloga como un Área Reservada.
Esta cadena montañosa de casi 30 kilómetros cuadrados de extensión, sin embargo resulta todo un desafío que no es para improvisados. La poderosa altitud y los climas extremos son sólo para experimentados. Lo recomendable es hacer una excursión de, por lo menos, cuatro días. Para quienes tienen más tiempo, pueden hacer el recorrido completo de hasta doce días y visitar el maravilloso valle de Cutatambo, los picos Rondoy, Ninashanca, Jirishanc, Yerupajá (entre otros), y hermosas lagunas color turquesa, que encantan a sus invitados.
Algo similar ocurre con la Cordillera Blanca, que con sus escarpadas y elevadas cumbres llaman la atención de montañistas del mundo entero. Se aconseja emprender la expedición con un guía profesional y tener una buena condición física, además de experiencia previa en montaña, como por ejemplo, saber utilizar el equipo básico como piolet, crampones y arnés